martes, 25 de diciembre de 2012

Anton Corbijn, el fotógrafo que rompió el molde






Nacido en Holanda, comenzó en 1972 su carrera como fotógrafo de rock y se mudó a Londres en 1979. Si bien sus experiencias como fotógrafo, cineasta y videasta lo llevaron a moverse con asiduidad, es Londres el lugar donde hasta ahora mantiene su estudio.

Algunos argumentan que fue el trabajo con Joy Divison el que lo catapultó, para otros ese trabajo pesó al momento de armar curriculum para Vogue o Rolling Stone. Corbijn explica que la perspectiva histórica le dio valor a ese trabajo. De hecho, su archivo visual de Joy Division está en blanco y negro porque las revistas de la época reservaban el color para las bandas más comerciales y Joy Division no calificaba para eso.

De su experiencia con Ian Curtis datan sólo unos dos o tres encuentros. Las célebres fotos del metro que gustaron a la banda y que decidieron un trabajo en común. No obstante, el inglés de Anton era muy precario y la necesidad de comunicarse con Gretton y Curtis hacen que se instale en Londres y que decida dedicarse a la fotografía de manera profesional.

De él se dice que es el menos glamoroso de los fotógrafos de primera línea y que esa falta de frialdad y de distancia juega en relación directa con lo que logra transmitir de los personajes que fotografía. Gatillar la máquina para él es algo que tiene que ver con lo narrativo por eso no se restringió a las rock stars sino que fue también hacia las estrellas de cine.

Voy a nombrar a algunas de las personalidades que fotografió y la lista será, por desgracia, injusta: Willem Dafoe, Wilco, Johnny Deep, Elvis Costello, Bauhaus, Nick Cave, Tricky, Bjork, Bryan Ferry, Massive Attack, David Bowie, David Gahan, Dennis Hooper, Echo & The Bunnymen, Depeche Mode, Isabella Rosellinni, Johnny Rotten, Lou Reed, Madness, Miles Davis, Morrissey, PJ. Harvey, Quentin Tarantino, Steven Spielberg, The Killers, Travis.

Por ejemplo, para Depeche Mode diseño cubiertas de álbumes, hago los logos y espectáculos. No lo hago para U2, ¡porque no me dejan!  – Anton Corbijn

La foto en la que retrata a David Bowie en taparrabos es poco menos que la versión Jesucristo del rock. Tom Waits en una habitación de madera en medio de una nada no puede ser otro que Tom Waits. Cada una de los retratos que le toma son una potenciación de su persona. Las fotos artesanales de la gira de los Killers. El peso de su nombre a la hora de definir una estética en Depeche Mode o U2. Su rol decisivo en la new wave y el post punk.

En la cruza de video y cine que tan bien lleva a cabo para condensar la visión disco y video destacaremos:Bring on the Dancing Horses, Echo & the Bunnymen; A Question of Time, Depeche Mode; Bedbugs and Ballyhoo, Echo & the Bunnymen; Personal Jesus, Depeche Mode; My Secret Place; Joni Mitchell con Peter Gabriel y Atmosphere, Joy Division.

Si bien descartó durante algunos años el proyecto de Control, la película sobre Joy Division basada en el libro de la viuda de Curtis, por fin aceptó y se lanzó a rodar. Algo que, de una u otra manera ya venía haciendo. Alega que, con su inexperiencia, no quería estropear el proyecto. Se decidió por una estética simple porque quiso que el eje estuviera puesto en la vida de Ian y su música.

Hay una colección del trabajo en DVD de Corbijn quien es considerado parte esencial de la construcción vital de la década del 90. Los que lo quieran en papel deberán proveerse de Famouz, Allegro, Star Track, 33 Still Lives, Werk, U2&I.

Su web es riquísima en percepciones personales arrojadas al azar. Nada dice de cómo logró interpretar al rock, de cómo consiguió que la música compartiera su sitial de ser objeto del deseo para pasar a la imagen. Muchos músicos le deben la construcción de su imagen pública. Supo conectar los deseos del público de rock con lo visual.

Anton propone las ideas, los conceptos y junto a Martin (Gore, compositor de Depeche Mode), yo lo valoro. A menudo, en los comienzos, nosotros no sabíamos a dónde quería llegar, pero tenía toda nuestra confianza. Él mantiene nuestra identidad visual después de los años. El único videoclip que realmente discutimos juntos fue el de “Suffer Well”, porque era muy importante para mí (“Suffer Well” es una de las pocas composiciones de Dave Gahan para Depeche Mode). Me divertí mucho interpretando a ese tío hiperglamuroso que acaba en la calle como un vagabundo. Dave Gahan.

Sigue sacando fotos y, por supuesto, sigue filmando. The American, con el mismísmo George Clooney ha tenido críticas dispares en los Estados Unidos.

www.corbijn.co.uk/